Robo de navegadores

Para cambiar un poco de temática, hoy hablaremos de uno de los problemas que más me fastidian en el mundo de los PCs, la basura que puede entrarnos al instalar un programa gratuito. La gran ventaja de Windows (tener a mano programas gratuitos de todo tipo) puede convertirse en una auténtica pesadilla. A la hora de instalarlos siempre, siempre hay que leer cuidadosamente y desactivar las opciones que no nos interesan. En caso de descuido acabaremos con los ladrones de navegadores, esos malditos bichitos que nos cambian sin preguntar nuestras preferencias como nuestra página principal o el buscador elegido. Esto ocurre en todos los navegadores.

Voy a explicaros cómo deshacernos de estos malnacidos, especialmente en Firefox ya que es el que uso habitualmente y el que más controlo. Algunos pasos sirven para todos.

Lo primero es intentar encontrarlo en el panel de control (Inicio / Panel de control / Desinstalar programas). Si tenemos suerte, al desinstalarlo como una aplicación cualquiera habremos acabado con el problema… en nuestros sueños. Ni una vez me ha funcionado eso, pero nunca se sabe.

 

Paso 1

Ahora empezamos con la verdadera solución. Recordad que estamos en el navegador Firefox. Más adelante añadiré algunos pasos que se pueden realizar en Chrome. En la parte superior, donde tenemos el buscador, pulsamos en la flecha a la derecha de su icono. Elegimos abrir el administrador (última opción).

Desde aquí podremos ordenar los buscadores a nuestro gusto, elegir el principal y sobre todo eliminar los que no nos interesen.

 

Paso 2

Desde los ajustes (si tenéis la última versión de Firefox serán tres líneas horizontales arriba a la derecha), entramos en Opciones. En General modificamos nuestra página de inicio eliminando la dirección de la basura que se nos habrá infiltrado y poniendo únicamente la que queramos. Desgraciadamente no hice capturas de pantalla en ese momento, estaba concentrada en vencer a ese ·$%””·$%.

 

Paso 3

Este paso es más peliagudo. A parte de lo que pongo aquí es mejor no tocar nada de nada. En la barra de direcciones escribimos about:config (sin el http://) y le damos a Intro. Nos aparecerá la advertencia de la imagen superior.

En el buscador de arriba escribimos el nombre del intruso o directamente estas opciones, una por una (la parte izquierda):

• search.defaultenginename -> google
• search.selectedEngine -> google
• keyword.URL -> http://www.google.es/search?source=ig&hl=es&rlz=1G1GGLQ_ESES360&=&q=
• newtab.url -> about:newtab (éste sólo si os aparece algo que no debe al pulsar en el + de crear nueva pestaña)

En cada una de ellas veréis en la parte de la derecha el nombre del bicho. Con un doble click nos da la opción de cambiar la información. En principio es mejor cambiarlo con lo que pongo arriba para cada una de ellas (a la derecha de las flechas). Si queréis otro buscador, pues elegid el que más os convenga. Una vez limpiado todo esto cerramos esta pestaña de configuración.

 

Paso 4

Este paso vale para todos los navegadores. Borramos todos los accesos directos que tengamos en el escritorio (de los navegadores, se entiende). Buscamos en Inicio el original, clicamos en él con el botón derecho y vamos a Propiedades. Aquí miramos la opción Destino. Miramos con cuidado la información que aparece. Sólo debería estar la de Firefox. Esa no se toca. Si aparece algo más después, lo eliminamos. Ahora podemos volver a crear accesos directos de forma segura.

 

Con estos pasos deberíamos haber eliminado completamente la amenaza en el navegador Mozilla Firefox. En Chrome sólo puedo daros unas pequeñas indicaciones, que al menos a mí me han funcionado. Lo primero es ir a Ajustes / Configuración.

En este navegador deberemos mirar tres opciones. En Al abrir el navegador clicamos en Establecer página. Borramos lo que no debería estar ahí. Lo mismo para Aspecto desde Cambiar. En Buscar, desde Administrar motores de búsqueda eliminamos la basura. Una vez acabado ya tendríamos Chrome como siempre.

 

Un día u otro nos esto nos pasa a todos, hagamos lo que hagamos. Cada vez son más retorcidos y se nos cuelan por mucho cuidado que tengamos. Lo importante es saber cómo deshacerse de ellos.